El presidente electo
aseguró que los dreamers fueron
traídos al país “a muy corta edad”, destacó que algunos fueron buenos
estudiantes y otros tienen hoy “trabajos estupendos”, pero admitió que ahora
“están en un limbo porque no saben qué va a pasar”., después del acuerdo que se dio en
septiembre con los demócratas para salvarlos de la deportación, Donald
Trump ha prohibido el paso y ha exigido estrictamente a cambio
un endurecimiento de la política migratoria que incluye financiar el muro con
México, limitar los permisos de residencia, acelerar
las expulsiones de menores centroamericanos, contratar a 10.000 agentes y
retirar fondos a las ciudades santuario. Un paquete de máximos que ya ha sido
rechazado por la oposición y que hacer prever una correosa negociación.
Entre esos decretos figura
el plan de Acción Diferida (DACA) de 2012, que buscaba entre otras cosas frenar
la deportación de los dreamers,
que según datos difundidos por las autoridades ascienden en la actualidad a más
de 750,000.
Los dreamers, esos
800.000 inmigrantes que llegaron siendo menores a Estados Unidos, no son una
excepción. A principios de septiembre, tras meses de dudas, Trump decidió
liquidar el programa (DACA, Acción Diferida para Llegadas Infantiles en
sus siglas en inglés) que les permitía permanecer legalmente en el país. Pero,
consciente del impacto que la deportación de estos jóvenes tendría en sus
propias filas, concedió una prórroga de seis meses para buscar una salida en el
Congreso.
Trump reiteró que
construirá un muro en la zona fronteriza con México, para a renglón seguido
admitir que tendrá que seguir entrando gente en el país desde el otro lado de
la frontera “porque necesitamos trabajadores”.El paquete
anunciado no sólo incluye la financiación del muro con México, una de las
promesas electorales de mayor carga xenófoba y con un coste calculado en 20.000
millones de dólares, sino que endurece el control de fronteras, la concesión de
asilo, las deportaciones y la persecución policial de los sin papeles. “Todos
estos cambios han de incluirse como parte de cualquier legislación que trate el
estatus de DACA. Sin ellas, la inmigración ilegal y en cadena, que carga
severamente a los trabajadores americanos y contribuyentes, continuará sin
fin”, advierte el presidente en una carta al Congreso.
Fuente
bibliográfica: https://elpais.com/internacional/2017/10/09/actualidad/1507535244_918287.html
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